CALZADO INFANTIL SALUDABLE

El cuidado con el que muchos padres atienden las demandas de sus pequeños deja de lado en ocasiones cuestiones tan fundamentales como su adecuado desarrollo físico y motor, del que los pies son pieza clave. Todos nos hemos dejado seducir por las modas o por la comodidad, dejando que nuestros hijos acudan al colegio con un calzado poco o nada apropiado para su actividad diaria. Zapatillas con ruedines, deportivas, botas de fútbol… entre los 7 y los 14 años de edad, la actividad física crece notablemente y es cuando comienza a tener sentido la utilización de calzado deportivo. Pero no en todo momento y de cualquier manera.

 

El pie infantil está en continua evolución y no alcanza su estructura definitiva hasta los 18 ó 19 años, por lo que es de vital importancia utilizar un calzado ajustado a cada edad y a cada necesidad. Si durante toda una jornada se usa un calzado específico para el fútbol, de horma estrecha, suela fina, multitacos, de material artificial… el pie se resiente y aparecerán lesiones que pueden necesitar tratamiento posterior.

 

El caso concreto de las zapatillas con ruedines ha sido objeto de estudio por el Consejo General de Colegios de Podólogos de España, alarmado ante su uso indiscriminado entre los niños y niñas que lo utilizan como calzado habitual. Sus argumentos son tajantes: Con este calzado, la carga en el antepié aumenta un 40%, y la presión media sobre el talón es entre 1,5 y 2,7 veces superior. Además, su peso es considerablemente mayor, mientras que la superficie de apoyo disminuye un 25%. Las conclusiones del estudio no dejan lugar a dudas: el uso de las zapatillas con ruedines debería ceñirse a lo que son, un juguete, y no deberían utilizarse más de dos horas semanales. Los expertos afirman que caminar con ruedines es similar a caminar de puntillas, en una postura forzada que después de horas y horas genera dolores lumbares, problemas de crecimiento, e, incluso, que el pie plano infantil no desaparezca hacia los ocho años de edad.

 

Cuando se va a practicar un deporte, hay que elegir bien el calzado que se va a utilizar; que proteja el pie de roces y abrasiones, que tenga un efecto amortiguador, que reduzca el esfuerzo de músculos y tendones, y que facilite el agarre a la superficie. También hay que prestar atención a los materiales de que esté hecho y a su diseño biodinámico. El calzado apropiado para los niños debe adaptarse a los movimientos que sus pies realizan al desarrollar sus innumerables actividades, sin ser un calzado específicamente deportivo. Debe ser ligero y flexible, adaptarse a la forma de cada pie, que se sujete bien, con nulo o mínimo tacón, y que permita el movimiento natural igual que si el pequeño fuera descalzo. Su salud podológica también merece toda nuestra atención. Consulte en Soler Podología ante cualquier duda sobre su pisada y sus pies.

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