La manera en que pisamos no solo difiere de unas personas a otras, también es distinta según las circunstancias de cada momento. La superficie sobre la que
andemos, la velocidad a la que lo hagamos, el peso que llevemos... todas estas variables influyen en el modo en que el pie responde en su encuentro con el suelo, en una adaptación flexible que
involucra a todo el cuerpo.
Tobillo, cadera y rodilla son los principales afectados por nuestra forma de pisar. En la vida diaria, un mal apoyo plantar puede que no tenga nunca consecuencias de consideración, pero para un
deportista, que fuerza de forma sistemática su aparato locomotor, supone una mayor posibilidad de sufrir lesiones como roturas fibrilares, sobrecargas o lumbalgias. Por este motivo es tan
recomendable que las personas que practican deporte se sometan a un estudio de la pisada con el que analizar el comportamiento del pie, tanto parado como en movimiento.
Entre los corredores, el examen de la suela de las zapatillas suele ser un método habitual para catalogar su pisada. Así, un desgaste a lo largo de toda la zona exterior sería propia de supinadores; el desgaste y deformación de las zapatillas por sus lados internos caracterizaría a los sobrepronadores; y un desgaste uniforme de la suela vendría determinado por un apoyo correcto o neutro. Pero esta sencilla observación puede llevar a tomar medidas correctoras no adecuadas si lo hacemos sin la supervisión de un especialista. La forma de pisar puede encontrarse dentro de alguno de estos tres modelos, pero en cada persona es diferente.
Con el estudio de la pisada, realizado siempre por un experto en podología deportiva, se determinan las cargas y movimientos del pie al entrar en contacto con el suelo, y gracias a él se pueden prevenir lesiones en pies, rodillas y caderas. Las pruebas biomecánicas permiten analizar, y en su caso corregir, gestos y desequilibrios al caminar y correr; junto a ellas, el especialista revisará el historial de lesiones y los desgastes y deformaciones del calzado deportivo usado. Su labor insustituible se traducirá en el correcto asesoramiento para elegir el calzado óptimo y para valorar la necesidad de utilizar plantillas personalizadas.
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