Los deportistas profesionales que participan en competiciones están familiarizados con el concepto de rendimiento deportivo. Su objetivo general está claro, deben conseguir unos resultados óptimos, las mejores marcas posibles con las que alcanzar un puesto en el podio o una buena clasificación. De una forma más relajada, otros se deciden a practicar algún deporte por pura diversión o por motivos de salud, sin la presión de conseguir unas metas cuantificables, aunque sin desdeñar la satisfacción que produce la superación personal. En ambos casos existe una motivación por conseguir un buen rendimiento deportivo y los factores que entran en juego para alcanzarlo son los mismos.
La técnica y la táctica empleadas difieren según la modalidad deportiva practicada y son, sin duda, variables que afectan decisivamente en los resultados. Igualmente importantes son los aspectos personales del deportista, tanto su preparación física como su estado psicológico. Cuanto más eficazmente se entrenen cada uno de ellos, más gratificantes serán los logros alcanzados.
Queda un quinto aspecto por considerar: se trata del material deportivo, de crucial importancia tanto para conseguir buenos resultados como para evitar molestas lesiones. Cada deporte requiere un equipamiento particular, aunque la elección del calzado adecuado suele ser un tema común en el que no conviene escatimar esfuerzos ni dinero. Su eficacia no sólo va a depender del material con que esté fabricado, de una amortiguación acorde con la superficie y modalidad deportiva, o de una plantilla y suela adecuadas. No hay que olvidar que todos los pies son diferentes, también los de cada persona, y ello exige una elección personalizada que se beneficie de todas las innovaciones tecnológicas.
El rendimiento importa a los deportistas, y los avances en investigación biomecánica ponen a su alcance novedosos sistemas que les ayudan a mejorarlo, y muy pronto también a planificar los entrenamientos y a evitar posibles lesiones. El Instituto de Biomecánica de Valencia ha dado a conocer un prototipo de zapatillas para correr que incorporan un dispositivo que registra los parámetros biomecánicos que caracterizan la técnica del corredor. Una información que se transmite inalámbricamente a su teléfono móvil, el cual, a través de una aplicación que recoge información de otros dispositivos como el pulsómetro o la localización GPS, es capaz de detectar la fatiga y facilitar recomendaciones al usuario en tiempo real.
Así vienen las zapatillas del futuro. Uniendo biomecánica, para lograr una ejecución del movimiento que equilibre ahorro de energía y mínimo daño físico, e innovación tecnológica, para mejorar el rendimiento del corredor y prevenir la aparición de lesiones.
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